Si siempre has soñado con tener una piscina, ahora es el momento de planificarla. Toma buena nota de estos consejos y conseguirás la piscina que siempre has soñado.
Integrada en el entorno
Ya sea una piscina desbordante, tipo alberca, de arena, natural… lo importante es que forme parte del entorno, tanto si está en un jardín como en una terraza o una azotea, en una vivienda moderna o en una de campo. No caigas en el error de verla como un elemento exclusivamente veraniego y aislarla del resto de elementos del entorno.
La ubicación perfecta
Si quieres disfrutar de tu piscina el mayor tiempo posible, es esencial elegir una buena ubicación. Colócala en una zona soleada y protegida del viento. Los setos ofrecen una buena protección, mientras que los árboles dan buena sombra en las horas más calurosas. Eso sí, para no tener que pasar el limpiafondos a menudo, procura que sean especies que no suelten muchas hojas. Además, lo ideal es ubicarla junto a una toma eléctrica y un desagüe. Y nunca cerca de conexiones subterráneas ni debajo de tendidos eléctricos.
La importancia del revestimiento
El revestimiento perfecto debe ser bonito estéticamente, antideslizante, fácil de mantener y que selle bien. Los azulejos y los mosaicos son los más usados por sus muchas cualidades técnicas, aunque también puedes instalar madera (es más rápida de instalar, pero precisa mantenimiento); arena (una opción muy playera que solo puedes emplear en piscinas tipo malla, no de hormigón); incluso PVC o acero (uno de los más recientes en incorporarse al jardín).
¿Y el pavimento exterior?
No solo debe ser bonito y estar en consonancia con el estilo de la piscina, sino que debe ser antideslizante, soportar los rigores de vivir a la intemperie, con horas de sol y de sombra y mucha agua, y tener una pisada agradable. Las piedras naturales, el barro cocido o el gres son buenas opciones.
La iluminación
Una buena iluminación consigue crear la atmósfera idílica tanto para una fiesta con amigos, una cena romántica o una reunión familiar, que se ha alargado hasta altas horas. Aunque no existe una norma a la hora de ubicar los focos, lo habitual es situarlos a la mitad de altura del vaso y siempre en un mismo lateral.
Piensa en el mantenimiento
Recuerda que tan importante es usar agua de buena calidad como mantenerla limpia. Existen diferentes métodos que te ayudarán, como cloradores salinos, depuradoras de arena (aptas para todo tipo de piscinas) o de cartucho (más económicas, pero con una menor calidad de filtración).
Otra tarea fundamental es cubrir tu piscina cuando no la uses. Las cubiertas de piscina son siempre una buena opción en cualquier época del año, ya que harán que ganes en seguridad, especialmente si tienes niños o mascotas, reducen las pérdidas por evaporación hasta en un 65%, proporcionan una mayor limpieza del agua y mantienen su temperatura.
De esta manera, cuando llegue el buen tiempo solo tendrás que lo primero que quitar la cubierta, comprobar el estado del agua para ver si está en el nivel adecuado (un factor muy importante, especialmente en las de poliéster) y se ha mantenido limpia. No olvides revisar el correcto funcionamiento de los sumideros y los filtros.
Por el contrario, si no has realizado el invernaje de tu piscina, tendrás que vaciarla y limpiarla en profundidad, antes de llenarla.