En anteriores post te hablamos sobre la importancia de proteger tu piscina en invierno y de las ventajas de utilizar invernadores para mantener el agua de tu piscina en óptimas condiciones hasta la temporada siguiente. Y ahora te queremos explicar cómo utilizar un invernador.
¡Toma nota!
- Debes iniciar el proceso de invernaje una vez finaliza la temporada de baño. Para ello, el agua debe tener una temperatura inferior a los 15 grados centígrados.
- Vacía un poco la piscina, de esta forma te asegurarás que las lluvias y la nieve no llenarán la piscina más de la cuenta, provocando un desbordamiento.
- Limpia bien la superficie y usa un limpiafondos de piscina para eliminar todos los insectos e impurezas.
- Comprueba los niveles de pH y asegúrate de que se encuentran entre 7,2 y 7,6.
- Realiza una depuración durante 8 horas y limpia el filtro.
- Aplica cloro de choque, así podrás desinfectar toda el agua al 100%.
- Añade algo que flote en la superficie, para evitar que el revestimiento sufra decoloraciones.
- Con el filtro funcionando, añade el invernador para piscinas en la dosis indicada y repártelo por la piscina.
- Cierra los inyectores y los aspiradores de agua, así podrás mantener el agua en reposo.
- Retira el limpiafondos y protege con material aislante los sistemas más sensibles, como las bombas.
- Añade algo que flote, como una garrafa de agua vacía, así evitarás que el agua se congele durante el invernaje.
- Si tienes un cobertor de piscina, úsalo para evitar la suciedad ambiental en el interior del agua.
- Revisa la piscina de vez en cuando para asegurarte de que todo se encuentra correcto.
- En los primeros meses del año, en función del clima, aplica la segunda dosis de invernador para piscinas.
- Cuando la temperatura del agua supere los 15 grados, allá por la primavera, inicia el tratamiento habitual para recuperar el agua tras el invierno.