Tener una piscina en casa es un placer. Sin embargo, es fundamental realizar ciertas tareas de mantenimiento que no podemos obviar. Una de las más importantes es la de la limpieza del agua y de la propia piscina. Para ello necesitarás un limpiafondos, un aparato que te ayudará a eliminar la suciedad que se acumula en el suelo y en las paredes de tu piscina.
Es importante saber que no hay un único tipo de limpiafondos, sino que existen diferentes opciones entre las que elegir. Para saber cuál es el limpiafondos que más te conviene, ten en cuenta estos factores:
Tamaño de la piscina
Existen modelos para todo tipo de piscinas, pero el tamaño es un factor determinante. Las más pequeñas pueden limpiarse a mano, pero si tu piscina es muy grande necesitarás un limpiafondos automático, ya sea hidráulico o eléctrico.
Revestimiento del vaso
El tipo de material con el que está revestido el vaso de la piscina es otro de los aspectos importantes a tener en cuenta. No es lo mismo limpiar una piscina de cerámica o gresite, que una de poliéster o liner (una lámina o lona de PVC). En las primeras la suciedad se acumula en las paredes y en las juntas, mientras que en el caso de las segundas los restos se fijan, sobre todo, al suelo.
Forma del vaso
No es lo mismo tener una piscina rectangular y sin recovecos, que una piscina con formas angulosas que dificulten el trabajo del limpiafondos.
Tipo de depuradora
Para elegir con acierto el limpiafondos más adecuado es fundamental valorar el tipo de depuradora con la que cuentas, ya que en función de esto podrás elegir unos modelos u otros.
El funcionamiento de los limpiafondos, al menos de la mayoría, consiste en aspirar la suciedad tanto del fondo como de las paredes. Para empezar, hay que conectar el aparato a la depuradora, y seleccionar en esta el modo aspiración. Después se acopla el cepillo con el mango y la manguera que se conecta al skimmer o boquilla de aspiración. De esta forma, el limpiafondos va aspirando el agua con suciedad de la piscina, y después la depuradora devuelve el agua limpia. Una vez la piscina esté bien limpia, hay que medir y equilibrar los niveles de pH y cloro, ya que pueden haberse descompensado.
¿Limpiafondos manual o automático?
Como ya te adelantábamos, los limpiafondos manuales son una buena opción para piscinas pequeñas porque son la alternativa más fácil y económica, aunque también la que más trabajo y tiempo requieren por tu parte.
Los limpiafondos automáticos pueden ser de dos tipos: hidráulicos o eléctricos.
- Los limpiafondos hidráulicos utilizan la energía de la depuradora para moverse de forma autónoma por el fondo y aspirar la suciedad. Son perfectos para vasos planos que no tengan pendiente, y tendrán mayor o menor rendimiento en función de la potencia de la bomba.
- Los limpiafondos eléctricos, o robots limpiafondos, Resultan precisos, rápidos y muy eficaces. Trabajan por su cuenta, por lo que tú solo tendrás que preocuparte de meterlo en la piscina y conectarlo, y de desconectarlo cuando termine de limpiarla. Además, este tipo de robots no necesitan acoplarse a la depuradora. Se mueven sobre ruedas y van andando por el fondo y por las paredes para dejar el vaso impecable.
Por último, los limpiafondos de batería funcionan con una batería recargable que les aporta gran autonomía. Son muy adecuados para piscinas elevadas y aquellas que no tienen depuradora, como pueden ser las hinchables o las desmontables. Este tipo de limpiafondos devuelve a la piscina el agua que aspiran, una vez limpio.